02 abril, 2008

Disfrutad

Una secta rusa abandona un búnker preparado para el Apocalipsis

Catorce miembros de una secta rusa abandonaron el martes un remoto búnker, donde habían estado escondidos durante cerca de medio año a la espera del fin del mundo.
Según una autoridad local, los miembros del culto creen que Dios les envió una señal para que salieran a la superficie cuando parte de su refugio se hundió. Otras 14 personas permanecieron bajo tierra, pero las autoridades esperan que abandonen también su asilo subterráneo."Están todos en buen estado de salud, considerando que han pasado medio año bajo tierra", declaró Oleg Melnichenko, vicegobernador de la región de Penza, donde se escondían los miembros del grupo desde el pasado octubre."Se han negado a recibir atención médica y ahora están en rezando en una casa, donde dicen que se permanecerán hasta la Pascua ortodoxa (el 27 de abril) (...) han dicho que Dios les dio una señal para que se fueran del refugio tras el derrumbe parcial", añadió.El grupo que salió del búnker el martes incluía a dos niñas de ocho y 12 años.Melnichenko indicó que los 14 miembros restantes están en otra sala que se había quedado aislada de la salida debido al derrumbe, y que continúan las negociaciones para persuadirles de que salgan.Un periodista de Reuters que se arrastró hasta la sección abandonada del búnker encontró una cocina improvisada y un espacio para dormir cavado en la tierra. Entre las pertenencias dejadas atrás había un juego de ajedrez y los restos de un libro infantil.Los miembros del culto se habían negado a salir de su búnker antes del Apocalipsis anunciado para abril o mayo de este año por su líder, Pavel Kuznetsov, actualmente bajo tratamiento psiquiátrico.

El grupo amenazó con detonar varias latas de gas en su búnker si la policía intentaba sacarlos por la fuerza.Siete mujeres de la secta abandonaron el refugio el fin de semana, cuando el agua del deshielo provocó el derrumbe de parte de la estructura de tierra.
Todos los miembros del culto que han salido del búnker se encuentran en cabañas pertenecientes al grupo en un poblado cercano. La policía no permite el acceso a los periodistas.
La secta es un grupo escindido de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Entre sus creencias están el rechazo a los alimentos procesados y la convicción de que los códigos de barras son obra de Satán.

01 abril, 2008

Un ladrón se hace pasar por un muerto al ser sorprendido en un tanatorio de Burjassot



El ladrón no tuvo en cuenta que los cadáveres se introducen en los expositores con el féretro por lo que fue descubierto y detenido por los policías.
Los hechos ocurrieron a las 23.30 horas del 17 de marzo en la funeraria J. A. Crespo de Burjassot, según confirmó ayer el propietario del tanatorio. El ladrón -un hombre de 43 años con antecedentes policiales- aprovechó el bullicio de las fiestas de fallas para reventar la verja metálica del establecimiento e introducirse en su interior. Sin embargo, un vecino que vio al sospechoso alertó al dueño -que vive en las inmediaciones- y a la policía.
Agentes de la Policía Local de Burjassot y de la policía nacional se dirigieron de inmediato al tanatorio, que se encuentra en el número 17 de la calle Bautista Riera de Burjassot. Los policías entraron en el tanatorio y sospecharon que el ladrón estaba en el interior porque escucharon ruidos.
Los agentes descubrieron al sospechoso en el velatorio que se encuentra en la planta superior. El hombre permanecía inmóvil, pero los policías se dieron cuenta de que todo era un engaño porque continuaba respirando y estaba sin caja.
La funeraria atiende unos cuatrocientos servicios al año por lo que casi todos los días tiene al menos uno de los dos velatorios abierto. El dueño de la empresa, que lleva 25 años funcionando, explicó que el día que ocurrieron los hechos no había ningún cadáver en el tanatorio.
El ladrón causó varios destrozos. Una de las puertas de acceso al establecimiento todavía permanecía ayer rota por lo que los responsables de la funeraria se han visto obligados a derivar los servicios a otros tanatorios.
José Antonio Crespo, dueño del tanatorio, aseguró que "el robo no tenía sentido porque nosotros no guardamos nada de valor" y lamentó que en las dos últimas semanas "han entrado a robar en tres o cuatro comercios y viviendas del centro de Burjassot".